Usar mis manos para crear nudo a nudo mis pequeñas Obras de Arte, no es una profesión, es un placer.
De pequeña pasaba los días creando pulseras de hilos para mis compañeros de clase, ni siquiera conocía el nombre de esta técnica, pero, como llevada por un frenesí, no podía dejar de anudar y crear nuevas combinaciones de formas y colores. Eran patrones sencillos.
Los años pasaban y no encontraba tiempo para anudar, hasta que en 2020 encontré ese tiempo que tanto había ansiado y de nuevo mis manos comenzaron a tejer, esta vez patrones más complejos, diseños imposibles que me quitaban el sueño.
Y sigo tejiendo, porque este arte, el macramé, alegra mi alma.
Junto a mis creaciones va todo el amor y la felicidad con las que han sido elaboradas.